La primera dama de Francia, Carla Bruni, negó que estuviera embarazada en una entrevista publicada el jueves y culpó de su aparente subida de peso a su inclinación por la cerveza.
Bruni se casó con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en febrero, menos de tres meses después de empezar a salir.
Aunque Sarkozy cayó en las encuestas de opinión por mostrar en público su romance poco después de divorciarse de su segunda esposa, Cecilia, hay un gran interés de la opinión pública en su relación.
Los rumores de que Bruni estaba embarazada se difundieron antes de que la pareja se casara, pero desde entonces se han ido apagando. En una serie de entrevistas con motivo del lanzamiento de su tercer disco, Bruni ha sido preguntada en varias ocasiones sobre si quería tener hijos, una posibilidad con la que ella se mostró encantada.
"Si estuviera embarazada, no fumaría", dijo la cantante, de 40 años.
Su bajada de cabeza no es oficial
Durante estos días ha tenido la oportunidad de responder varias preguntas, como por qué a menudo baja la cabeza en visitas oficiales, como hizo cuando llegó a Israel con su marido el mes pasado.
"Simplemente es porque tengo los ojos claros y en esas ocasiones, tengo el sol de frente. Así que agacho la cabeza, de otro modo mis ojos se llenarían de lágrimas frente a las cámaras de todo el mundo", dijo en otra entrevista con el diario Le Parisien .
Bruni dijo también que estaba ayudando al presidente a pulir su acento cuando habla en inglés a través de la música.
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